Ruta de los artistas
Entre 1830 y 1870, el Pays de Fontainebleau fue el marco de una revolución artística que cambió el rumbo de la pintura moderna.
Fue aquí, en el bosque de Fontainebleau, donde los precursores del impresionismo abandonaron sus estudios para pintar el bosque y las llanuras y orillas del Sena. Desde Barbizon, donde Jean-François Millet pintó su obra maestra El Ángelus, hasta Chailly-en-Bière, que inspiró a Monet su famoso Almuerzo sobre la hierba, Fontainebleau y la Escuela de Barbizon siguen siendo una referencia internacional del impresionismo.
Descubra la Ruta de los artistas con ayuda de nuestros recursos documentales, visitas a pie y audioguías.
Chailly-en-Bière ya era destino habitual para pintores en torno al año 1820. Jean Baptiste Corot fue el primero en alojarse regularmente en la localidad. Aquí fue donde Claude Monet alumbró su famoso Almuerzo sobre la hierba y donde Frédérique Bazille pintó precisamente al convaleciente Claude Monet (La ambulancia improvisada, 1865). Los pintores se reunían en el Auberge du Lion d’Or (Posada del León de Oro) o en el Auberge du Cheval Blanc (Posada del Caballo Blanco), en cuyas paredes aún se adivinan restos de ese pasado.
Algunos de estos artistas, como Jean-François Millet y Théodore Rousseau, están enterrados en el cementerio de Chailly-en-Bière.
Lugares y edificios históricos
Auberge du cheval Blanc
Cementerio
Iglesia de St. Paul
Enlaces útiles :
Ayuntamiento de Chailly-en-Bière
En su día, Barbizon era una simple aldea de leñadores, pero con la llegada de Corot, Rousseau, Millet y Díaz de la Peña, pasó a ser el lugar donde se sentaron las bases del impresionismo. A partir de 1820, los pintores caminaban de Chailly a Barbizon, donde la posada regentada por Edmée y François Ganne se convirtió en un auténtico punto de encuentro.
Aquí se establecieron numerosos artistas, entre los cuales cabe citar a Théodore Rousseau, Charles Jacques, Jean François Millet o Díaz de la Peña.
Todo en la zona les fascinaba: el juego de la luz entre la maleza, las sombras de los altísimos árboles, los lagos, los cielos en días de tormenta y los cambios en la naturaleza según las estaciones o la hora del día. Con sus caballetes a cuestas, salían de sus estudios a pintar sus grandes obras maestras:
Corot, diversas vistas del bosque de Fontainebleau (1830-1832); Théodore Rousseau, Los robles de Apremont (1850-52); y Jean-François Millet, Las espigadoras (1857) y El Ángelus entre 1857 y 1859.
Barbizon no ha perdido un ápice de su rústico encanto, con sus opulentas casas de piedra cubiertas de hiedra y jardines de rosas, y sigue siendo el «pueblo de los pintores». ¡De todos los pintores!
Edificios históricos
Museo de los Pintores de Barbizon
Casa y estudio de Jean-François Millet
Casa de Théodore Rousseau y capilla :
El pintor vivió y trabajó en esta casita apartada y situada al final de un campo de labranza, que apenas constaba de dos estancias oscuras y de techo bajo y un establo que usó como estudio entre 1847 y 1867. Los artistas que llegaban de visita también se reunían aquí y pasaban acogedoras veladas juntos. El estudio se convirtió en capilla en 1889, cuando el segundo hijo de Millet, que era arquitecto, construyó encima un discreto campanario que luego se amplió hasta convertirse en iglesia en 1950. El jardín pasó a ser un memorial de guerra cuyo elemento central es la escultura El galo de Ernest Révillon (1854-1937), encargada tras una colecta francoamericana en 1920. La casa y estudio de Théodore Rousseau, que antes eran el museo de la ciudad, hoy son un anexo del Museo de la Escuela de Barbizon y se utilizan para exhibiciones temporales.
Más información sobre la historia de Barbizon (en francés):
Rutas a pie (en francés)
El siglo XIX marcó el comienzo del gran periodo artístico de Bourron-Marlotte. En torno a 1830, Caruelle d’Aligny y su amigo Jean-Baptiste Corot se establecieron en Marlotte, donde iban a visitarlos un amplio número de artistas procedentes de Barbizon, como Harpignies, Daubigny, Díaz de la Peña, Olivier de Penne y Celestin Nanteuil.
A partir de 1860, se unieron a ellos Sisley, Renoir, Monet, Cézanne, Pissarro y Bazille. Todos ellos se veían en las dos posadas de la localidad, la regentada por la «Madre Antony» y el Auberge Saccault. En ambas reinaba un ambiente eminentemente bohemio.
Siguieron sus pasos otros pintores, como Auguste Allongé, Eugène Cicéri, Charles Delort, Jules Rigolot, Armand Charnay y Armand Point, menos conocidos hoy en día pero que, en la época, gozaron de cierta fama y se construyeron o compraron casas en la zona donde vivieron a partir de 1870. Algunos están enterrados en el cementerio de Bourron.
Fuente: sitio web del Ayuntamiento de Bourron-Marlotte
Enlace útil : http://bourronmarlotte.free.fr
Edificios históricos
> Château de Bourron Marlotte : www.bourron.fr
> Ayuntamiento-museo : http://bourronmarlotte.free.fr/Histoire/Musee.htm
Ruta a pie (en francés)
La idílica situación de Bois-le-Roi, entre el Sena y el bosque, unida a la llegada del ferrocarril en 1848, animó a numerosos pintores y escritores a mudarse aquí. Los nombres de las calles son un homenaje a estos influyentes artistas.
Aimé Perret, a menudo comparado con Millet, se estableció aquí en 1878 y pintó numerosas obras, como Camino de sirga, Bois-le-Roi. Robert Noir, que en realidad se llamaba Ernest Salmon y cuyos padres se habían mudado a la localidad en 1880, pintó aquí numerosas obras que incluían el nombre de Bois-le-Roi, como por ejemplo La recogedora de Bois-le-Roi.
Las affolantes, extravagantes villas construidas en estilos eclécticos a orillas del Sena, son testigos de un pasado suntuoso y marcaron a estos artistas que llegaban a la zona en busca de inspiración.
Enlace útil : http://www.ville-boisleroi.fr/
Edificios históricos
> El château de Brolles : http://www.ville-boisleroi.fr/-Chroniques-du-patrimoine-.html
Rutas a pie
> Historia de las calles : http://www.ville-boisleroi.fr/-Histoire-des-rues-.html
> Ruta de los murales : http://www.ville-boisleroi.fr/-Les-fresques-.html
Gracias a su situación ideal entre el río y el bosque, Samois-sur-Seine atrajo en el siglo XIX a numerosos pintores impresionistas, como Redon, Nadar, Seurat y Marquet, que buscaban inspiración a orillas del río. En esta zona, todo los inspiraba, desde el reflejo de los álamos en el agua a los tonos del cielo, que cambiaban según avanzaba el día.
Armand Guillaumin plantó aquí su caballete en varias ocasiones entre 1898 y 1902 y pintó unas diez obras en las que se ve el Sena a su paso por Samois (1898), mientras que Paul Signac pintó, entre otras obras, La barcaza (1901).
La zona presume de numerosos jardines realmente extraordinarios y, al igual que en Bois-le-Roi, las affolantes, extravagantes villas construidas en estilos eclécticos a orillas del Sena, son testigos de un pasado suntuoso y marcaron a estos artistas que llegaban a la zona en busca de inspiración.
Enlace útil : http://samois-sur-seine.fr
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